LA MUJER EN EL AMBITO LABORAL III

CÓMO ME INICIÉ EN LA TELEVISIÓN

Yo me presenté sola a buscar trabajo a un canal de TV; cuando lo que se estila en los medios de comunicación es que alguien te lleve, que un amigo, o familiar que esté ¨pegao¨ con algún alto ejecutivo o alguno de los dueños, te recomiende, o incluso te lleve directamente.  Pese a conocer esa situación, y después de mucho tiempo acariciando la idea de trabajar en la Televisión, fui al canal en el cual yo entendía que me era mas factible en ese momento.
 
Me dirijo al camerino que estaba destinado para los humoristas, me presento, y digo que creo tener las condiciones para hacer humor (aunque la idea inicial era trabajar en otro espacio televisivo, supuestamente se me haría una prueba para ese otro programa, el ya desaparecido Perdone la Hora)  Llego, y de inmediato me encuentro con las miradas inquisitivas de los masculinos que allí se hallaban.   El que fungía como director preguntó si tenía experiencia en TV, y le respondí que había realizado un técnico en TV, que era actriz, y que como tal había sido parte del elenco de varias obras de teatro y que había trabajado por unos 5 meses en  CHEDDYVERTIDA, de la Comediante y Actriz Cheddy García, cuando su programa de TV recién iniciaba en Super Canal 33.   Además de que había sido parte del staff de Show Time (programa de radio), con Sheila Acevedo, por casi un año. 

Me preguntó si tenia algún personaje en particular el cual él pudiera integrar al libreto de ese día, y pronto empecé a describir algunos de los personajes que ya había probado y trabajado en el programa de TV mencionado.   Pronto eligió el personaje al cual más adelante yo llamara ´Dora Metralla´, por esa manera, rápida, atropellada y graciosa que tiene de hablar.   Dijo, -Vas a hacer la tipa que habla rápido- Y yo no dudé ni un instante, sólo quería saber cual sería mi parlamento, para asegurarlo, repasarlo mentalmente y listo.
 
Cuando salí a escena, con aquel reperpero, las carcajadas no se hicieron esperar.  Y al terminar la comedia, algo que hasta el momento yo no sabía que no era usual, los técnicos y los que siempre iban a ver el programa como público, me aplaudieron.   Un pequeño tumulto se me acercó a preguntarme mi nombre, y oía algunos comentarios favorables de mi participación.   Incluso la maquillista fue a ver de quien se trataba aquel espécimen, osea Yo.  Me quité el atuendo improvisado con el que había vestido a Dora Metralla, y por aquí que es mas derecho.  (Osea, que me fui muy seguido).   El libretista, contento por el rumbo que tomó su comedia, me dijo: "Vuelve mañana".  A lo que respondí: "Sí, está bien"

Para no hacerles la historia tan larga, les resumo diciendo que al día siguiente el productor ejecutivo del programa televisivo, me mandó a buscar porque le interesaba conocerme y hablar conmigo.  La cosa es que me dijo que quedó gratamente impactado e interesado en mi trabajo. Me ofrece que me quede un tiempo de prueba, para ser luego nombrada y fija como comediante.  Yo sin dudar, acepté.  Era una gran oportunidad para una novata.  A los varios meses, contentos con mis puestas en escena, me nombraron como parte oficial del Staff de Humor.

Sin embargo, en verdad no me permitían desarrollarme. Y me pregunto: Será a caso porque SOY MUJER? 

Llevaba ideas que nunca pude ejecutar.  No me sentía apoyada. Todo cuanto necesitaba utilizar en mis personajes o propuestas, debía llevarlo yo.

No puedo contar las veces que sin ser libretista me vi compelida a hacer mis propios libretos.  Y que se entienda que esto ocurría, no sólo porque era la nueva del grupo, sino pues, porque  yo SOY MUJER.

No puedo contar las veces que en mi presencia se insinuaba,  (uno de ellos muy por encima de los otros "caballeros") que yo debía de estarme acostando con uno de los jefes, o con alguno de los que estuviera "pegao" con uno de los jefes como para que me hayan dejado trabajando .

Por necesidad convergíamos en el camerino.  Era el espacio común para explicar y, como se dice en el argot humorístico-televisivo, ''montar'' las comedias.  No puedo contar las veces que sólo por molestar empezaban a hablar desparramada, grotesca, abierta y violentamente de sus fantasías y/o experiencias sexuales; y por supuesto que no les pasaba por la mente el esperar a que yo saliera.  Se hizo una costumbre en mí salir inmediatamente ellos empezaban  sus juergas 'hablativas', lo que les parecía gracioso:  ''Pero ven, no te vayas, ven a oír pa que aprendas''.

No puedo contar las veces que me negué a participar en montajes donde o debía estar con poca ropa, o debía aparecer en una cama en situaciones implícitamente sexuales, o simplemente en los que se denigraba mi físico por el hecho de no tener implantes mamarios ni haberme hecho una liposucción.

No puedo contar las veces en que se hacían reuniones y no se me informaba.  En que se llamaba a todos los del Staff de Humor, para ir a cobrar su cheque, excepto a mi. 

No puedo contar las veces en que me aprobaban una intervención, me autorizaban, yo me vestía, me maquillaba, me aprendía un libreto, hacía mis chuletas, para luego decirme que no habría tiempo para mi.  Aunque debo admitir que eso también les pasaba a los hombres del equipo, pero en un número mucho menor de ocasiones.

No puedo contar las veces en que solicitaba me permitieran promover alguna actividad mía (un concierto o un show) y casi siempre se postergaba, para el final, y obviamente luego ya no había tiempo.

En una ocasión, en que como en tantas otras se hacía evidente la debilidad de coordinación, comenté que no habría tiempo suficiente para  desarrollar el libreto que se había preparado, el productor oyó el comentario y como era lo habitual en él se descargó sobre mí diciendo:  -Cállese!  Nadie le pidió opinión!! Uté no e productora, coño! - Entre otras cosas.  Y yo, que ya no soy buena quedándome callada, pero sí muy buena siendo respetuosa y apuntando la diferencia de una persona educada y con modales, le repliqué:  -Yo no soy la productora, es verdad. Y le pido disculpas, Señor director.  Pero también le exijo que me espete, de la misma manera en que yo lo respeto a usted.  No me diga malas palabras.-  Me dio una mirada entre irónica e infantil, y se quitó de enfrente mío.

En estas Sociedades Machistas  es difícil para una mujer triunfar, -mucho más en el medio artístico- máxime si no tiene dinero, o un padrino, o un apellido, o un cuerpazo (no importa las cirugías que amerite).  Si no es lamebotas, si tienes respeto profundo por ella misma y un gran criterio.  Dije "difícil", no "imposible".

Yo, sigo haciendo mis intentos.  Confío en mi y en mis talentos.  Tú, por tu parte,
nunca desmayes.  Sigue confiando en tu talento, y nunca detengas la rueda del aprendizaje, que los ''destalentados'' no tienen la energía que se requiere para sobrevivir.


                                                                                   Marissabel Marte